¿Puedes sentir mi aliento
capaz del alma helar,
sobre ti mis ojos blancos
y vacíos como el cristal?
¿Notas mi horrible presencia
que solo puede traer pesar,
sientes bajo mis pies
el frío suelo temblar?
Soy una cáscara vacía,
arrastrada hasta la no vida,
mi corazón está marchito,
mi alma está perdida.
Nada más que dolor,
sufrir amargo y silente,
provoca mi voluntad
arrastrada de la muerte.
Vivimos para la muerte,
todo carece de sentido,
nada ilumina mis pasos,
solo oscuridad en mi camino.
Maldigo mi existencia
y la luz que me vio crecer,
ahora la oscuridad me envuelve
y es testigo de mi renacer.
marioneta del rey ungido,
arrancado de la vida
apartado de mi destino.
a mi abuelo